La hiperemia activa es el incremento en el flujo sanguíneo de los órganos asociado a un aumento de la actividad metabólica de un órgano o tejido.
Ejemplos de Hiperemia Activa
En base a los siguientes ejemplos te puedes ir dando cuenta si la padeces o no. Un ejemplo de hiperemia activa es el aumento en el flujo sanguíneo que acompaña a la contracción muscular, que también se llama ejercicio o hiperemia funcional en el músculo esquelético. Aumenta el flujo sanguíneo debido a que el aumento del consumo de oxígeno de durante la contracción muscular estimula la producción de sustancias vaso-activas que dilatan los vasos de resistencia en el músculo esquelético.
Otros ejemplos a tener en cuenta incluyen el aumento del flujo sanguíneo gastrointestinal durante la digestión de los alimentos, el aumento en el flujo sanguíneo coronario cuando se aumenta la frecuencia cardíaca, y el aumento en el flujo sanguíneo cerebral asociado con aumento de la actividad neuronal en el cerebro.
¿La intensidad de la Hiperemia difiere según los casos?
La magnitud de las respuestas de hiperemia difiere entre los órganos a causa de los cambios relativos en la actividad metabólica de reposo y su capacidad vasodilatadora. La Hiperemia activa puede resultar en un aumento de hasta 50 veces en el flujo sanguíneo muscular con el ejercicio máximo, mientras que el flujo sanguíneo cerebral sólo se puede aumentar 2 veces con aumento de la actividad neuronal.
La Hiperemia activa también puede ser influenciada por la competencia de mecanismos vaso-constrictores. Por ejemplo, la activación simpática durante el ejercicio puede reducir el músculo esquelético hiperemia activa máxima en comparación con lo que ocurriría en ausencia de la activación simpática.
La Hiperemia activa puede ser debido a una combinación de hipoxia tisular y la generación de metabolitos vasodilatadores tales como iones de potasio, dióxido de carbono, óxido nítrico, y la adenosina.
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